Cuando nos referimos a Generalización, estamos hablando de una de las siete características que definen al ABA.
Debido a que su foco principal es que las conductas que enseñamos, aparezcan en diferentes lugares/ entornos (casa, escuela, reuniones sociales, días de parque, etc.) y que se extiendan a conductas que se relacionen (que pueda contar fichas pero también flores, arboles o autos en la carretera).
De una forma más técnica:
Si una conducta entrenada se produce en otros momentos o en otros lugares sin haber sido entrenada de nuevo en esos momentos o lugares, o si se producen conductas relacionadas funcionalmente que no se han enseñado directamente entonces se ha producido generalización (Cooper, Heron y Heward, 2002).
¿Cómo sucede?
Dentro de las sesiones terapéuticas existe una planeación que va desde la adquisición, el mantenimiento y la generalización.
- Al elegir nuestra conducta objetivo comenzamos con la fase de adquisición, en dónde vamos a enseñar la habilidad y reforzaremos su aparición de forma continua, lo que se espera con ello es que nuestro alumno lo pueda aprender.
- Luego pasamos al mantenimiento (este ya forma parte de la generalización) en este momento ya no reforzamos la aparición de la respuesta de forma continua, lo haremos de vez en cuando, algunas sí y algunas no, cuidando que se presente a lo largo del tiempo.
- Cuando llegamos a la generalización, la conducta está presente en contextos naturales bajo consecuencias y estímulos naturales.
Por ejemplo:
Podemos elegir la habilidad de seguimiento de instrucciones, iniciamos por la adquisición de seguimiento de órdenes sencillas como “toca tu cabeza” “aplaude” “baila” al inicio reforzaremos cada vez que aparezca la conducta indicada, después de un tiempo de ensayos continuos comenzaremos el mantenimiento a realizar lo mismo de forma fluida pero reforzando de forma intermitente, algunas sí y algunas no, y cada vez más espaciado, vigilando que la conducta se siga presentando; dando órdenes de formas distintas, con diferentes referentes, hasta llegar a una fiesta con animador donde todos estén siguiendo al animador y al escuchar “vamos a aplaudir” nuestro niño también aplauda y continúe siguiendo lo que se indique para todos, ahí estamos hablando de generalización.
Tipos de Generalización.
Existen tipos de cambios de conducta generalizados, son los siguientes:
Mantenimiento de la respuesta: Como lo mencionamos anteriormente, se refiere a que el alumno sigue realizando la conducta después de que haya terminado una parte de la intervención por la que surgió la habilidad.
Generalización de estímulo: Se integran distintas personas, lugares y materiales; existiendo así variabilidad, para que nuestro alumno pueda responder y generar la habilidad en varios tipos de enseñanza.
Generalización de respuesta: Nuestro alumno va a realizar respuestas no entrenadas que serán equivalentes a la función de lo enseñado.
¿Cómo apoyamos a la Generalización?
Damos herramientas para que nuestros alumnos puedan aprender de forma autónoma.
- Vayamos todos juntos e informados.
- Trabajemos en tener un repertorio amplio de estímulos para enseñar, no siempre la misma pregunta, no siempre el mismo objeto, no siempre la misma instrucción, hagámoslo variado, aprendamos juntos.
- Involucra a las personas que están más cercanas en el aprendizaje de la nueva habilidad, así tenemos una amplia variedad de sujetos que estén en sintonía.
- Procura desvanecer la frecuencia de reforzadores, al inicio muchos más, poco a poco más naturalizado; recuerda que incluso que nos respondan un saludo ya es reforzante.
- Involucra varios contextos; como la casa, la escuela y la terapia.
- Deja que tus terapeutas te apoyen y en medida de lo posible lleva a la práctica las sugerencias, pronto verás la “magia de la generalización”.
ABAteam
Referencias:
Cooper, J., Heron, T., & Heward, W. (2017). Análisis aplicado de conducta. Cádiz: ABA España.