Conducta encubierta social y su influencia en el Síndrome de Down.
Marzo, mes en el que se promueve de manera más directa la concientización y el entendimiento sobre el Síndrome de Down, este blog espera ser un buen estímulo para generar nuevas conductas encubiertas en los lectores y contextos cercanos.
Nuestro deseo: ¡Qué se mantenga y evolucione a lo largo del tiempo!
Conducta encubierta.
El pensamiento, un proceso característico del ser humano ha sido relacionado con un proceso o estado de cosas internas, una actividad de un cerebro creador y manifestador.
Sin embargo, para nuestra ciencia natural, dista mucho de serlo, entremos más a detalle:
Existen «conductas que ocurren bajo la piel» dijo Skinner.
Estas conductas (pensar/ emocionarse) pueden tratarse en términos conductuales, al igual que los eventos manifiestos, la única diferencia radica en el número de personas que pueden observarlos.
Definidos como:
Una o variadas condutas encubiertas, de una o incluso de varias personas, controladas por las contingencias del entorno (Núñez, Abalo, Estal y Froxán, 2012).
Conductas entrenadas por la comunidad y el Síndrome de Down.
Desde la niñez, las personas somos entrenadas por la comunidad verbal, teniendo una historia de aprendizaje que llevado a involucrar estímulos y respuestas específicas como resultado de experiencias previas, aunque en ocasiones estas no sean visibles.
En el caso del Síndrome de Down, se han condicionado bastos estímulos, ¿Cuáles serían?
- Son todos angelitos y muy cariñosos.
- Son niños para toda la vida, muy tranquilos.
- Tienen retraso mental profundo.
- No llegan a leer o a adquirir habilidades académicas.
- No pueden asistir a centros educativos ordinarios, ni llegar a desempeñar puestos de trabajo.
Por mencionar sólo algunos.
Ante estos estímulo existen ciertas respuestas que pueden expresarse como eventos manifiestos.
Conductas manifiestas hacia las personas con Síndrome de Down.
Teniendo en cuenta los anteriores aprendizajes adquiridos gracias a nuestra interacción constante con el contexto social, existen algunas conductas manifiestas a las cuales hemos sujetado a las personas con Síndrome de Down:
- Sobreprotección
- Poco esfuerzo para la enseñanza de habilidades escolares.
- Privar de la posibilidad de crecer y permitirles vivir experiencias.
- Dejar sin información a cerca de su vida sexual y afectiva.
- Más aún, negarse a que mantengan una vida afectiva.
- La existencia de pocas oportunidades de empleo.
Y tantas más, que están para replantearse.
Ante aprendizajes poco funcionales, evitemos generalizar.
Como se puede notar cada estímulo condicionado socialmente ha llevado a producir respuestas poco funcionales para la inclusión y una visión real de las personas con Síndrome de Down.
Información antigua y que ahora carece de evidencia científica ha estancado la evolución social y el respeto por las diferencias.
Y si ya se visualizó, ¿Cuál es el siguiente paso?
Abrirse a nuevas experiencias, es adquirir nuevos aprendizajes.
Interactuar de manera directa. Las personas, incluyendo a las personas con Síndrome de Down son diversas, cada una con rasgos y habilidades particulares, deja que el otro te sorprenda:
- Los derechos humanos son universales, hacerlos valer es importante.
- En las escuelas y sociedad, se ha de dejar de esperar homogeneizar, existen las diferencias, respetarlas es prioridad.
- Tratar con equidad.
- Dejar de lado el trato preferente y favorable, apostar por reforzadores sociales cuando existan conductas funcionales.
- Abrir oportunidades laborales, de acuerdo a las habilidades de cada persona.
- Recordar, un diagnóstico no es definición.
¿Qué más propones tú?
Te acompañamos
ABAteam
Referencia:
Núñez, M., Abalo, I., Estal, V., & Froxán, M. (2020). Cuestiones filosóficas en torno al análisis de la conducta. En M. Froxán, Análisis Funcional de la Conducta Humana (págs. 53-96). Ediciones Pirámide.