ABAteam está cerrando el 2022 y queremos hablar de moldeamiento antes de terminar este año, allá vamos.
Si deseamos realizar la enseñanza de una conducta para que quede grabada en el repertorio de habilidades de una persona, debemos aplicar un programa de reforzamiento, lo sabemos.
Sin embargo, para poder utilizar el reforzamiento, la conducta debe presentarse al menos una vez, esto es algo que podemos conseguir a partir del moldeamiento, puesto que ocurre, inclusive, de manera natural.
¿Qué es el moldeamiento?
“Se define como el reforzamiento diferencial de aproximaciones sucesivas a una conducta final que se prolonga hasta que la persona muestre dicha conducta”
Miltenberger, 2017.
Cuando hablamos de reforzamiento diferencial nos referimos a reforzar de manera exclusiva la conducta objetivo, mientras que el resto de conductas que se presenten, estarán en extinción.
De esta manera nos aseguramos de que la conducta objetivo se siga presentando mientras que el resto disminuye en frecuencia de aparición.
El moldeamiento puede utilizarse para:
- Adquirir una nueva conducta.
- Rehabilitar una conducta que antes estaba, pero que no está en la actualidad.
Las aproximaciones sucesivas
Para aplicar el moldeamiento habrá que echar mano de las aproximaciones sucesivas (Miltenberger, 2017), de la siguiente manera:
- Primera aproximación: Identificar una conducta que ya está dentro del repertorio del alumno y que se asemeje lo más posible a la conducta objetivo.
- Esta conducta comenzará a ser reforzada de manera contingente por un tiempo, para luego entrar en proceso de extinción, a consecuencia de esto la persona comenzará a tener conductas nuevas más cercanas a la conducta objetivo.
- Seleccionar nueva conducta: Una más cercana a la conducta objetivo para comenzar a reforzar.
- A consecuencia del reforzamiento de la nueva conducta, esta será presentada en mayores ocasiones, mientras que la primera aproximación dejará de ser reforzada.
- Se continúa de la misma manera hasta llegar a la conducta objetivo.
Por ejemplo:
Utilicemos el moldeamiento de manera efectiva.
Utilizamos esta técnica cuando la conducta objetivo no se encuentra aún en el repertorio del alumno, tengamos en cuenta que:
- Monitorear que la conducta no esté de manera existente en el repertorio del alumno, si la conducta ya se ha presentado (por lo menos en una ocasión) simplemente habría que seguir el programa de reforzamiento para que exista una subida en la frecuencia de aparición.
- Si no está en el repertorio, habrá que hacer una definición clara de la conducta objetivo.
- Identificar la conducta inicial, deberá ser algo que ya se encuentre en el repertorio de habilidades de la persona.
- Elegir y enlistar los pasos del moldeamiento, para tener claridad en la intervención.
- Elegir el reforzador, y darlo de manera contingente a las conductas.
- Cada vez que exista la posibilidad de una nueva aproximación, dejar de reforzar la conducta anterior.
- Avanzar a los siguientes pasos, evitando quedar mucho tiempo en uno solo ya que hayamos observado que esta conducta se presente en repetidas ocasiones.
Como en todo, también puede haber dificultades.
Cooper, Heron y Heward (2017) nos comparten las siguientes:
- Moldear una conducta lleva su tiempo, debido a que podemos requerir de bastantes aproximaciones antes de llegar a la conducta objetivo.
- El camino y pasos que se pueden dar hacia la conducta final, no es siempre lineal, en ocasiones habrá que replantar los pasos y encontrar flexibilidad.
- El profesional deberá estar muy atento para detectar cuando es necesario pasar a la próxima conducta y acercarse más a la conducta final, de lo contrario el moldeamiento puede ser ineficiente.
Por un aprendizaje que nos lleve de la mano y alcanzando objetivos.
ABAteam
El texto anteriormente citado tuvo como referencia:
Cooper, J., Heron, T., & Heward, W. (2017). Análisis aplicado de conducta. Cádiz: ABA España.
Miltenberger, R. (2017). Modificación de la Conducta: Principios y procedimientos. Madrid: Pirámide.