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Modelo vs Moldeamiento.

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Modelo y Moldeamiento, dos palabras muy parecidas, pero que en realidad como herramientas y procesos dentro del ABA son muy distintos, aunque jamás estarán alejados.

En un blog que entregamos con anterioridad hablamos del moldeamiento y de su impacto en el aprendizaje de nuevas conductas, el día de hoy vamos a retomar un poco de ello para poder diferenciar el proceso del moldeamiento y una de nuestras herramientas estrella, el modelo.

¿Qué es el modelo?

Cuando hablamos de modelo, tenemos como base la imitación, que es una de las primeras habilidades que buscamos desarrollar en nuestros alumnos. Ya que, si existe un repertorio amplio de respuestas de imitación se puede iniciar la adquisición continua de conductas socialmente relevantes.

Un modelo es un estímulo antecedente que evoca la conducta de imitación. (Cooper, Heron y Heward, 2017)

Por ejemplo; al enseñar a pintar con un pincel, si en lugar de utilizar instrucciones verbales de como realizarlo, procuramos tener la atención de nuestro aprendiz, lo hacemos nosotros primero y luego pedimos que lo realice, ahí estamos haciendo uso del modelo.

Existen 2 tipos de modelo, los que programamos y los que no:

Modelos programados: Son las conductas que ejecutamos en el antecedente, que se establecieron previamente con el equipo terapéutico y que van a ayudar al alumno a adquirir alguna habilidad al imitarnos.

Modelos no programados: Todas las conductas de alguien más, que tengan la capacidad de evocar la imitación, sin que esto haya sido establecido; la escuela, el hogar y el parque, son excelentes contextos para ello.

Ahora, repasemos moldeamiento.

Al hacer moldeamiento, rompemos una conducta objetivo en partes pequeñas, para llegar a ella por aproximaciones sucesivas. Este proceso, apoya a adquirir nuevas conductas o a habilitar alguna conducta que ya estaba anteriormente y que en la actualidad no está.

Al irnos acercando a cada una de las partes de esa conducta objetivo, se aplica un reforzamiento diferencial, donde las primeras se refuerzan contingentemente por un tiempo, para después entrar en extinción y comenzar el programa de reforzamiento con las siguientes, así nos aseguramos que la habilidad se presente y se mantenga.

Este procedimiento es esencial en el camino del aprendizaje, si quieres conocer más a profundidad, te invito a entrar a nuestro blog «Moldeamiento: El aprendizaje va por pasos».

Modelo y Moldeamiento, usarlos en el momento adecuado.

Al ser dos palabras muy parecidas, en ocasiones son utilizadas de forma indiscriminada, por lo que la comunicación parsimoniosa y efectiva podría verse interrumpida, y la comunidad del ABA confundida.

Las dos herramientas citadas en este texto son procesos distintos en la adquisición de nuevas habilidades, ambos son relacionados en un marco distinto, pero en algún punto consiguen ser complementarios.

Ambos puede ser presentados por separado, en un momento completamente distinto, por ejemplo en un contexto escolar, el modelo puede estar presente para adquirir habilidades de juego; mientras que el moldeamiento de la conducta «ponerse los zapatos» puede ser llevado a través de instrucciones verbales.

También pueden ser utilizados en un combo de intervenciones, siendo complementarios, el modelo puede ser utilizado dentro del moldeamiento de nuevas conductas.

Por ejemplo:

Ahora que existe mayor claridad en este par de parónimos, utilízalos de forma correcta y con mayor soltura.

Siempre informando

ABAteam

El texto anteriormente citado tuvo como referencia:

Cooper, J., Heron, T., & Heward, W. (2017). Análisis aplicado de conducta. Cádiz: ABA España. 

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